Lucila Aguilar, entre el bambú y más elementos sostenibles

Las mujeres arquitectas de México nos hacen sentir muy orgullosos. Su trabajo es apreciado en el mundo entero y la sensibilidad que muestran en sus obras, resulta única. 

Tuvimos el honor de conversar
con Lucila Aguilar, cuyo lema reza: 

Soñamos proyectos, proyectamos sueños. 

Su obra se distingue por el verdor que predomina. Basta ver su perfil de Instagram para antojarse de una escapada, lejos del estrés y del bullicio. Podemos decir que la arquitectura de Lucila Aguilar posee una profunda conciencia social. 

Con los temblores que han azotado a México, ¨decidimos diseñar una propuesta de vivienda social para apoyar a los damnificados. Sentí que era una oportunidad para crear un modelo escalable hacia un planeta más sostenible¨, asegura.

La también amorosa mamá cree que es fundamental darles a las comunidades nuevas alternativas de construir con un material que ellos pueden plantar en sus jardines y que no necesite un proceso de industrialización. 

¡Ella y su equipo han hecho
maravillas con el bambú! 

¨Al mismo tiempo, aporta oxígeno, regenera los suelos y sustituye materiales de construcción tradicionales que tienen una alta huella ambiental para el planeta¨, comenta. 

Un claro ejemplo de cómo se puede usar el bambú y de su resistencia, es todo el techo del aeropuerto de Madrid, que está hecho de ese material.

Lucila está convencida
de que tenemos que cambiar el chip,
es decir, cambiar un poco de rumbo. 

¨Estas comunidades pueden ser el ejemplo de un ciclo sostenible que sirva como inspiración para el mundo. El futuro está en nuestras manos y las acciones que tomemos ahora pueden y van a impactar de manera decisiva en el rumbo y el porvenir de nuestra, de nuestro planeta¨. 

La arquitecta mexicana, que está al frente del proyecto Crece tu casa, nos explica que la intención es plantar en las comunidades esta semilla de una nueva actitud hacia la tierra. 

¨Descubrimos que el bambú es uno de los materiales más sustentables para la construcción y nos enamoramos de su belleza y de sus posibilidades. 

Tiene unas propiedades mecánicas estructurales que poca gente las conoce. Y sabemos que la industria de las de la construcción es una de las que más contamina, por lo que yo creo que necesitamos buscar alternativas¨, sentenció. 

Lucila es una eterna enamorada del bambú por su gran belleza y por el abanico de posibilidades que ofrece. 

Es, en definitiva,
un pasto que crece rápidamente
(en cuatro años). 

Su ciclo de cosecha es más corto y en México hay bastante. Y aunque no cree que sea el único camino, sí uno muy bueno. 

A raíz de todo lo que ha pasado en el mundo con la pandemia y las catástrofes naturales, Lucila insiste en la importancia de tener en casa un espacio de paz y mucho mejor, si es amigable con el ambiente. 

¨Yo creo que este momento histórico sí puede ser un parteaguas que defina y cambie la conciencia, pues nuestras decisiones realmente impactan a la naturaleza. Ya vemos las consecuencias tangibles de lo que estas acciones irresponsables empiezan a impactar nuestras vidas¨. 

Hoy en día, la arquitecta
está trabajando en un sueño. 

¨Estoy emocionada con las posibilidades que propone, tanto en lo ambiental como en lo social. Lo vamos a presentar en la Bienal de Venecia y le enseñaremos al mundo que se está diseñando un barrio turístico peatonal, construido completamente en bambú. Formará parte de los atractivos del tren Maya. Aunque es para Palenque, se puede repetir en otros lugares¨.

Este barrio turístico, que en maya significa semillero, es una obra con la que Lucila espera un cambio de actitud hacia la tierra. Asegura que uno de sus sueños es que sirva de inspiración, pues surge con la idea de proponer nuevas formas de relacionarnos con la tierra y de crear un modelo integral en lo social, laboral, económico y energético para la región. 

Inspirada por la obra de su abuelo, que también fue arquitecto, esta mexicana es cuidadosa de los detalles. Su misión es crear espacios que inspiren al alma. Su sueño, que las ciudades estén rodeadas de verde, para salir a caminar. 

El confort, asegura,
no está peleado con el diseño:
se puede integrar la modernidad
y usar técnicas y materiales sustentables.

Respecto a la igualdad de oportunidades por género en el mundo en que se desarrolla, Lucila reconoce que es un mundo más dominado por hombres, pero resalta el poder creativo de las mujeres. Lo ideal, para ella, es trabajar en equipo porque cada parte aporta elementos importantes. 

¨Depende de nosotros demostrar y cambiar la percepción que hay en general¨, finalizó.