En algún momento de 2016, cuatro amigos, Juan Luis Rivera, Ilse Cárdenas, Diego Escamilla y Regina de Hoyos, decidieron que su pasión por la arquitectura merecía una manifestación propia. Así nació Palma, un despacho que, aunque forjado en la rigidez y estructura de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, encontró su esencia en la libertad del diseño compartido.
Regina recuerda con nostalgia y orgullo esos días de juventud, donde las noches se convertían en un laboratorio de ideas y proyectos que surgían tras las largas jornadas laborales en otros despachos. “Nos dimos cuenta de que trabajábamos muy bien juntos, lo cual es algo difícil de encontrar. Gente que coincida contigo en procesos, en estética... es raro”, comenta. Esta química inusual fue el catalizador que, entre 2016 y 2017, los llevó a renunciar a sus trabajos y a lanzarse a la aventura de Palma.
El inicio de una aventura
El nombre Palma resuena con la libertad y la calidez que el despacho quiere imprimir en cada proyecto. No solo alude a la palma de la mano, su herramienta de trabajo más esencial, sino también a la naturaleza y a espacios abiertos. Este concepto se materializó de forma casi accidental en Sayulita, un rincón costero que se convirtió en el segundo hogar del despacho gracias a la decisión personal de Juan Luis de mudarse allí. “Sayulita no era parte del plan original, pero las circunstancias nos llevaron ahí”, relata Regina, describiendo cómo el pequeño encargo de un baño evolucionó hasta convertirse en su primer gran proyecto de una casa completa en la zona.
La relación de Palma con el color es una declaración en sí misma. Lejos de los tonos sobrios y serios de la arquitectura tradicional, el despacho apuesta por colores vibrantes que evocan frescura y juventud. “Es un intento de despegarnos de los lineamientos conservadores de la arquitectura. Queremos recordar que somos un despacho joven, no tan formal y serio”, explica Regina. Este enfoque se refleja en sus proyectos, especialmente en Sayulita, donde los espacios son diseñados para el ocio, con una fluidez y ligereza que invitan a la relajación.