The store will not work correctly when cookies are disabled.
Utilizamos cookies para mejorar tu experiencia.Para cumplir con la nueva directiva sobre privacidad electrónica, necesitamos el consentimiento para utilizar tus cookies. Aprende más.
Tenga en cuenta: Si usted está en medio de una transacción, por favor guarde su carrito de compra o perderá el contenido de compra si selecciona un país diferente.
"Es increíble ver cómo algo tan sencillo puede tener un impacto tan grande en la vida urbana": Adrián Cordero
"Es increíble ver cómo algo tan sencillo puede tener un impacto tan grande en la vida urbana": Adrián Cordero
"Es increíble ver cómo algo tan sencillo puede tener un impacto tan grande en la vida urbana": Adrián Cordero
En una tarde cualquiera de la Ciudad de México, nos conectamos virtualmente con el ingeniero Adrián Cordero, uno de los fundadores de Tubepol, para charlar sobre su innovador proyecto. Desde su estudio, Adrián comenzó a contarnos la historia de su empresa con una mezcla de orgullo y nostalgia. "Tubepol nació en 2012, casi como un sueño loco", dijo con una sonrisa. “Jorge Pérez Gavilán, un ingeniero civil, y yo, un ingeniero químico, empezamos sin más que nuestras ideas y ganas de cambiar las cosas”. Su relato resonaba como una clásica historia de startups: un garaje, algunas ideas y el apoyo de la red de incubadoras de InnovaUNAM.
La idea de Tubepol surgió de una necesidad urgente y real: las tuberías de la ciudad estaban viejas, dañadas y muchas veces eran inaccesibles sin hacer excavaciones enormes. Tubepol encontró su misión en la innovación, desarrollando tecnologías que permitían reparar estas tuberías sin necesidad de excavar, utilizando fieltros con resinas y fibra de vidrio. Adrián lo explicó de forma sencilla: “es como inflar un globo de payaso dentro de una tubería. Así de fácil”.
El ingeniero no tardó en sumergirse en los desafíos iniciales que enfrentaron. “Al principio, fue un caos total”, recordó, con un brillo en los ojos que denotaba tanto nostalgia como orgullo. “Hubo días en que se volcaron camiones, y noches en que el trabajo no parecía tener fin. Pero nuestra determinación nunca flaqueó, y eso fue clave”. Mientras Adrián hablaba, se podía sentir la intensidad de esos primeros años, llenos de incertidumbre pero también de un profundo sentido de propósito.
El poder de las ideas
La palabra sustentabilidad era clave en su discurso. “Construimos un tubo nuevo dentro de uno viejo sin excavar”, explicó Adrián. Este método no solo reduce costos y tiempos, sino que también minimiza el impacto social: menos tráfico, menos ruido, menos interrupciones en la vida diaria. "Es increíble ver cómo algo tan sencillo en concepto puede tener un impacto tan grande en la vida urbana", agregó.
La conversación se dirigió hacia el futuro y la visión de Cordero era clara y decidida. “Estamos en medio de una crisis hídrica que necesita soluciones innovadoras y accesibles”, afirmó. Y en ese sentido, Tubepol, con su capacidad de duplicar o triplicar la vida útil de las tuberías, se presenta como una solución crucial. Sin embargo, Adrián también reconoce los obstáculos, como la falta de planes a largo plazo y la necesidad de inversión. “Es esencial tener una planificación estratégica y sostenible”, subrayó.
Con un tono cercano, casi como si estuviéramos hablando con un amigo, Adrián agradece a las plataformas que han ayudado a Tubepol a ganar visibilidad. “Las iniciativas de empresas como Helvex y las oportunidades de instituciones como el Tec de Monterrey no solo validan nuestro trabajo, sino que también amplifican nuestro impacto", comentó con gratitud. Estas colaboraciones han sido fundamentales para que Tubepol sea reconocida y para que sus soluciones se implementen a gran escala.
Hoy en día, Adrián Cordero y su equipo en Tubepol no solo están reparando tuberías; están redefiniendo cómo enfrentamos los problemas de infraestructura en una ciudad tan compleja y vibrante como la Ciudad de México. Quedaba claro que Tubepol no es solo una empresa, sino una promesa de un futuro mejor, construido desde las profundidades hacia la superficie.
“Cada proyecto que completamos es un paso hacia un futuro más sostenible y eficiente”, concluyó Adrián. “No es solo sobre reparar tuberías, es sobre construir una ciudad que pueda sostenerse por generaciones”. Su pasión por el proyecto y su visión del impacto a largo plazo resonaban profundamente, dejando en claro que Tubepol no solo se trata de tecnología, sino de un compromiso genuino con el bienestar de la comunidad y el medio ambiente.
La historia de Tubepol se erigía como un testimonio de cómo la determinación y la visión pueden transformar los desafíos en oportunidades, construyendo no solo tuberías nuevas, sino también un futuro lleno de posibilidades.