Lombricomposta Azul

Cuidar al planeta está en nuestras manos y todas las acciones, cuentan.

Cooperativa La Cruz Azul, en su planta cementera de Puebla, implementó desde 2015 el proyecto de lombricomposta.

 Esto, con la finalidad de aprovechar los residuos orgánicos producidos en el comedor y en los jardines de la empresa. De esta manera, los desechos no se desperdician y se produce un abono orgánico (ese que conocemos como humus).

Después de recolectar los residuos orgánicos, estos entran en un proceso de precomposteo. En este tratamiento, los desechos se están humedeciendo y oxigenando durante dos meses.

Se les riega y se le da vuelta a la mezcla hasta que alcanza una coloración café oscuro, sin aromas penetrantes y con olor a tierra mojada.

El abono se obtiene a partir de la descomposición controlada de la materia orgánica. Para este proceso, es indispensable el uso de lombrices roja californiana.

Estas se alimentan de los residuos y de una mezcla de excremento animal. Son los propios desechos de las lombrices los que le dan gran cantidad de nutrientes al abono producido.

Para garantizar las condiciones idóneas, los canteros se riegan por lo menos dos veces a la semana. Así la humedad es mayor al 70%. Además, se revisa constantemente el estado de la lombriz para evitar plagas, enfermedades o que sean devoradas por depredadores.

El humus de lombriz es utilizado en las instalaciones de la planta para la reproducción de árboles en el vivero y la fertilización de áreas verdes. También, se dona a trabajadores y personas de la comunidad que reciben árboles por parte de la empresa.

 La producción anual de abono es de 45 a 50 toneladas.

Entre los beneficios de la lombricomposta destacan la aportación de gran cantidad de nutrientes y materia orgánica al suelo (lo que lo vuelve más fértil), reduce el uso de fertilizantes químicos (que se traduce en menos contaminación para los mantos freáticos) y claro está, se evita mandar residuos orgánicos al relleno sanitario.