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La historia de la cocina

La historia de la cocina

Si queremos conquistar,
demostrar amor y cuidados,
horneamos un pastel
o preparamos su platillo favorito. 

Ese afán de cuidar y apapachar al otro está íntimamente relacionado con lo que sucede en este espacio de nuestros hogares. 

De hecho, esta es el punto de encuentro familiar: desayunos y un café calientito, largas tertulias, galletas en Navidad, resolución de problemas y al final, si haces una reunión todos terminan recostados en tu barra con copa de vino en mano y medio apretujados, ¡pero en la cocina!

Lo que hoy es casi casi el corazón de la casa, debe su creación a los sumerios (3500-1700 a. C.), la primera civilización del mundo.

A ellos se les atribuye también la invención de la rueda y se les reconoce como hábiles agricultores. Con la cerámica, crearon utensilios de cocina y recipientes para almacenar víveres.

Según Núria Bàguena, profesora e investigadora, la cocina del rey Zimri-Lim (antigua Mesopotamia 1782 y 1759 a. C.), tenía 5 hornos.

Venían de otras partes del mundo a verla y en ella recibió a los personajes más importantes de la época. El encargado de esta tenía una gran responsabilidad sobre sus hombros.

Cuenta además que, para ser panadero, por ejemplo, necesitaban 15 meses de estudios (mientras que, para dedicarse a tejer, bastaban cinco). Preparaban panes con especies y frutos secos. Otros, aplanados y aderezados son sésamo y tomillo, lo que podría ser el primer intento de pizza como hoy la disfrutamos.

Posteriormente, Grecia y Roma incorporaron a la cocina el cobre y el hierro, además de las botellas de vidrio. También, ¡el asador!

Para 1630, John Sibthrope patentó la cocina con carbón.

En 1834, P. P. Stewart hizo lo propio
con una torre de hierro y varias repisas,
coronadas con un horno de leña. 

Poco tiempo después, en Alemania, presentó R.W. von Bunsen, un mechero de gas. Aunque al inicio temían por las explosiones, el susto pasó pronto y se empezó a fabricar en grandes cantidades.

A estas le siguieron las eléctricas (tres décadas después) y el microondas, que aunque cueste creerlo, vio la luz en 1940 (sí, desde entonces) gracias a la firma Raytheon Inc.

Hoy, las opciones son ilimitadas.

Tu cocina puede ser tan práctica, moderna o especializada como decidas. Eso sí: más vale tenerla al día, recuerda que, aunque intentes impedirlo y hayas invertido en una sala de infarto, todos terminarán rodeándote mientras creas en la estufa.