“Los jardines y áreas verdes ayudan al bienestar social”: Fernanda Rionda

Fernanda Rionda se formó de manera autodidacta en Arquitectura del Paisaje. Sin embargo, esto no ha impedido su crecimiento en la disciplina: hoy suma más de 200 jardines diseñados en México, premios en horticultura por cultivo de especies vegetales y la oportunidad de presidir la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México. Suma más de dos décadas de trayectoria, varios aprendizajes sobre su trabajo y el reto de llevar la arquitectura del paisaje a un futuro en el que se le reconozca como disciplina. Platicamos con ella sobre este y otros temas de su labor.

Los inicios: de las Relaciones Internacionales al paisajismo

Fernanda estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Iberoamericana, aunque su pasión por las plantas viene desde la niñez. “Siempre me han gustado las plantas, siempre he sido muy observadora del entorno, como una forma de maravillarme. Para mí, el entorno y desde el luego el paisaje (el hábitat) determina el desarrollo de una persona: dependiendo de dónde naciste y creciste vas a tener ciertas características de muchos tipos”.

Pero fue varios años después que comenzó su especialización en Arquitectura del Paisaje, primero con un diplomado en su alma mater, y luego con otros cursos, investigación en libros y experimentación en su propio jardín. “Fui formándome de forma autodidacta porque tenía la suerte de tener un jardín personal en el que podía experimentar y ver cómo cambiaba el entorno con ciertas decisiones de diseño. Y las cosas que siempre he querido hacer conforme se ha profesionalizado mi práctica, es absorber de los libros, aunque mi formación no haya sido en un entorno académico. Muchas de las características de las plantas las aprendí en enciclopedias de plantas”.

Al continuar con su preparación, su trabajo comenzó a hablar por ella, pasó de diseñar para amigos y familia para hacerlo para otros clientes, y llegó como invitada a ser miembro a la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México en 2017, donde aprendió de una comunidad más amplia de profesionales. 

La Arquitectura del Paisaje en México
 
Apasionada de la historia, Fernanda recuerda el legado nacional que tenemos en arquitectura del paisaje (aunque no siempre fuera nombrada así): desde los primeros esfuerzos de Nezahualcóyotl hasta la Colonia, la Intervención Francesa y el siglo XX. También remarca una pausa en el tema a inicios de los 2000 y el resurgimiento una década después. “En este siglo XXI estoy viendo un cambio total en cuanto a la visión de la arquitectura del paisaje, particularmente después del 2010: surgen un montón de despachos con proyectos sustentables, a largo plazo, completamente urbanos".
 
“Pero hace falta mucho en la oferta académica, licenciaturas a nivel nacional; y creo que el futuro es separarnos de la arquitectura, no en términos de que no haya comunicación entre una disciplina y otra, sino que se entienda la Arquitectura del Paisaje como una disciplina por sí sola”. 
 
Agua, cambio climático y beneficios del paisajismo
 
Hablar de paisajismo es inherente a las discusiones actuales sobre cambio climático, uso de recursos naturales y cuidado del planeta, algo que reconoce Fernanda. “A la Arquitectura del Paisaje nos queda claro que somos un factor crucial en la participación que cada disciplina debe tener en la reducción de gases de efecto invernadero, en el aprovechamiento de recursos como el agua. No solo debemos dejarle a las industrias que dejen de emitir gases de efecto invernadero, sino que también nosotros debemos cuestionarnos a la hora de hacer nuestros proyectos qué tantos gases estamos emitiendo a la hora de construirlo, y a la hora de que ya se desarrolle el proyecto, qué tanto está mitigando efectos negativos del cambio climático”. 
 
Por ello, dice, es importante incidir y ser agente de cambio para crear ciudades más saludables. En el caso del agua, recomienda ir más allá de solo diseñar espacios de bajo requerimiento del líquido y plantear soluciones que pueden ser más completas, como el planteamiento de ciudades esponja que utilizan la infraestructura de áreas verdes para  captar y manejar el exceso de agua. También, reducir el uso de césped a niveles mínimos cuando sea posible para no gastar agua ni invertir en fertilizantes. 
 
Finalmente, plantea diseñar con plantas que sean más resistentes a la falta de agua: “a veces es muy útil poner plantas exóticas no invasoras en una comunidad vegetal para que sea mucho más resiliente a largo plazo”
 
Retos y sello personal
 
La trayectoria de Fernanda no ha estado exenta de retos, aprendizajes y una forma propia de hacer su labor. Uno fue abrirse paso en una profesión dominada por hombres: “Sí era un área dominada por hombres, pero cada vez somos más mujeres, sobre todo después de 2010. Sin embargo, no es exclusivo de la Arquitectura ni de la Arquitectura del paisaje, sino que sí percibo esta brecha de ingresos por género como un tema cultural. Pero veo también cambios importantes, cada vez hay más mujeres en posiciones directivas: las últimas cinco presidencias de la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México han estado ocupadas por mujeres. 
 
Otro reto tuvo relación con su formación: “ofrecer una opción distinta de diseño del paisaje sin haber tenido esta formación académica. Haber sido autodidacta ha sido muy retador, pero también tengo otro tipo de conocimientos: me gusta mucho viajar y ver los jardines por mí misma en otro lado”. 
 
Resolver estas circunstancias le ha permitido forjar una carrera con un sello personal: “todos mis jardines están orientados a tener texturas interesantes y la sensación de calma, como que el jardín te esté abrazando. A mí me gusta que los jardines te abracen, que se sientan, y las texturas son parte de eso. La mezcla de plantas que hago es que sean de ciclo múltiple, en diferentes capas: árboles, arbustos, plantas rastreras; que en un espacio muy reducido convivan muchas especies”.
 
Y el futuro…
 
Fernanda ya plantea sus próximos planes. Primero, llevar la Sociedad de Arquitectos Paisajistas de México a un nivel mayor de comunicación para explicar la labor de su disciplina; luego, dar a conocer proyectos personales sobre espacios industriales y post industriales, así como sacar un modelo replicable para volverse referente en el tema en México, y por último, seguir compartiendo conocimiento con otras personas.  
 
Finalmente, cierra esta plática con una reflexión sobre la importancia de su trabajo: “los jardines y los espacios verdes desempeñan un papel multifacético: nos toca desde preservar la historia y la cultura hasta fomentar la biodiversidad y el bienestar. Los espacios verdes contribuyen al tejido social y a la belleza”.