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Los baños de hielo, una práctica de moda

Los baños de hielo, una práctica de moda

Si hay una práctica prometedora, se pone de moda y la seguimos. Así funcionamos porque, debido al ajetreo diario, necesitamos compensar para encontrar el equilibrio. De un tiempo a la fecha, una acción que estaba reservada en un mundo de deportistas y gurús de la meditación va ganando terreno entre los ¨mortales¨. Y sí, hablamos de los baños en hielo.

En gran medida, la fama de esta gélida práctica se debe al atleta extremo Wim Hof, quien ha acuñado un método que lleva su nombre y que consiste en sesiones de meditación, enfoque en la respiración y baños de hielo. Este hombre, que pasa ya los 60 años, ha logrado algunas hazañas que parecen reservadas para personas con superpoderes.

Aunque él insiste en que es un ser común y que, si él puede hacerlo, cualquiera podría. ¿De qué estamos hablando? Correr medio maratón en el Ártico sin zapatos y vestido solamente con un short o terminar un maratón en el desierto de Namibia sin beber nada de líquidos.

El también conocido como el Hombre de Hielo asegura que ¨hemos perdido la capacidad de adaptarnos y vivir en nuestro propio ambiente natural, todo esto porque ahora el ritmo de vida y la civilización nos exige llevar ropa, vivir en casas adaptadas donde las temperaturas ahora son controladas artificialmente y de esta forma hemos perdido nuestra propia capacidad de estimular nuestro cuerpo y explotar todo nuestro potencial, atrofiando así nuestros mecanismos de supervivencia y las funciones más básicas¨.

Específicamente la inmersión en agua fría (IAF), es un método de terapia deportiva cada vez más popular entre los atletas profesionales y también, entre los aficionados. Así es, gente como usted y como yo. ¿Se imagina metido entre cientos de hielos que rozan su cuerpo? ¿Le da frío solamente de pensarlo?

La tina, que también contiene agua a 10 grados, es ideal para recuperarse después de un entrenamiento intenso. Aunque aún hay estudios en curso para conocer con certeza los riesgos de esta práctica, quienes lo siguen aseguran que reduce el dolor muscular considerablemente, mejora la calidad del sueño, reduce el estrés, sube el sistema inmunológico.

Aunque lo mejor será siempre consultar con un doctor, si decides hacer estos baños de agua helada lo mejor es acudir a un centro especializado, donde el ambiente esté controlado y te indiquen el número de sesiones según tus necesidades. ¡Buena suerte con eso y si el frío te asusta recuerda que ¨todo es mental¨! ¿Será?