La temporada decembrina, con sus celebraciones y reuniones familiares, suele traer consigo una abundancia de alimentos que, desafortunadamente, no siempre se aprovechan en su totalidad. Desde Helvex, donde trabajamos por la preservación del agua y la construcción de un futuro más sostenible, entendemos que el desperdicio de alimentos va más allá de lo que vemos en nuestros platos. Cada alimento que termina en la basura representa no solo una pérdida de recursos económicos, sino también un importante desperdicio de agua que fue necesaria para su producción, desde el cultivo hasta que llegó a nuestra mesa.
La huella hídrica en nuestra mesa navideña
Pocas veces nos detenemos a pensar en el impacto que tienen nuestras celebraciones más allá del momento inmediato. Detrás de cada platillo que preparamos existe una historia de agua: desde los miles de litros necesarios para producir un kilogramo de carne, hasta los cientos requeridos para cultivar las verduras que acompañan nuestros festines. Esta realidad cobra especial relevancia durante las fiestas decembrinas, cuando la abundancia en nuestras mesas puede llevar fácilmente al exceso y al desperdicio. La producción de un pavo navideño, por ejemplo, requiere aproximadamente 11,000 litros de agua, mientras que los vegetales para las guarniciones pueden sumar cientos de litros adicionales. Esto no significa que no queremos que celebres estas fechas, sino que ser conscientes de esto nos ayudará a actuar mejor ante estas situaciones.
Planificación consciente para celebraciones sostenibles
La innovación y el compromiso con la sostenibilidad son valores fundamentales que nos impulsan a buscar soluciones inteligentes para el cuidado de nuestros recursos. Este mismo principio puede aplicarse a la planificación de nuestras celebraciones navideñas. Una planificación cuidadosa comienza con la consideración realista del número de invitados y sus preferencias alimenticias. Al diseñar el menú, es importante pensar no solo en el momento de la celebración, sino también en cómo aprovecharemos los ingredientes en los días posteriores, lo que conocemos en México como el recalentado. Los ingredientes de temporada no solo aportan frescura y sabor a nuestros platillos, sino que también suelen requerir menos recursos para su producción y transporte.
Creatividad culinaria para el aprovechamiento integral