En el universo del diseño, pocas historias son tan elocuentes como la del Comité de Proyectos. Este despacho, originalmente bautizado como Materia por Andrea Flores y Lucía Soto, vivió un giro inesperado cuando una carta formal les exigió cambiar de nombre debido a la existencia de otra firma, Materia Arquitectónica. “Nos encantaba ese nombre, pero tuvimos que buscar uno nuevo que nos representara igual de bien”, rememoran con una sonrisa juguetona. Así, después de meses de deliberación, adoptaron Comité de Proyectos, un nombre elegido con una pizca de ironía. “Éramos solo dos en ese momento, así que era como, comité de qué”, comentan las dos mujeres entre risas.
Desde entonces, Comité de Proyectos ha crecido y se ha transformado, pasando de proyectos residenciales a emprendimientos comerciales más ambiciosos, como hoteles. Este crecimiento no fue fortuito, sino resultado de una clara pasión y visión compartida. “Con el tiempo, hemos afinado nuestro radar para identificar qué tipos de proyectos nos apasionan y cuáles preferimos evitar”, explican Andrea y Lucía.
Al inicio enfrentaron retos significativos, como la búsqueda de proveedores. “Trabajábamos principalmente con carpintería, y de repente, nos quedamos sin carpintero”, recuerdan. La pandemia fue otro gran desafío que las obligó a replantear la configuración del estudio. “Reorganizar la estructura interna del estudio y cambiar el enfoque y las operaciones diarias fue un reto monumental”, añade Lucía.
El proceso de selección de proyectos en el Comité es un ejercicio colaborativo y reflexivo. “No nos guiamos por las tendencias, sino por las necesidades específicas de cada cliente”, afirma Andrea con convicción. Este enfoque les permite crear piezas atemporales y profundamente conectadas con el espacio para el que fueron diseñadas.
El color, elemento vital en sus proyectos, es abordado de manera intuitiva. “El color le da vida a un espacio y genera sensaciones y emociones”, dicen, casi como si estuvieran pintando con palabras. El objetivo siempre es crear ambientes que se sientan vivos y personalizados, reflejando la esencia del cliente y del proyecto.
En la cosmovisión del Comité de Proyectos, los objetos no son meras herramientas funcionales, sino improntas culturales que capturan la evolución y las prioridades de la humanidad. Sus diseños buscan ser puentes emocionales entre las personas y los espacios que habitan. “Para nosotras, los objetos son vehículos para transmitir una idea," explican. A través de materiales, técnicas y funciones específicas, crean piezas que cuentan historias y se integran de manera orgánica en la vida cotidiana. "La interacción más directa con un espacio es a través de los objetos", concluyen ambas mujeres, subrayando la importancia de estos en la creación de ambientes significativos y habitables.
Así, Comité de Proyectos no solo diseña espacios; crea mundos donde cada objeto es una narración, cada color una emoción, y cada proyecto una página en la historia del diseño.
