Cómo montar una mesa para Navidad

Se acercan las fechas más emblemáticas del año. Y es que estos meses venideros suponen una reunificación familiar (los que están lejos vuelven al nido para abrazar a los suyos).

Ahora, más que nunca, sabemos la importancia de pasar tiempo con los nuestros y así, dar gracias por lo que fue y desear mejores tiempos.

En este sentido, todos nos esmeramos para tener la mejor mesa de Navidad. Este año será importante hacer un montaje lo más seguro posible. Así que, si es necesario mover el montaje cerca de las ventanas, ¡adelante!

¿Qué más tomar en cuenta?

El mantel y los colores que selecciones serán, algo así, como el alma de la fiesta. De eso dependerá, incluso, el resto de la decoración.

Así que piensa dos veces si quieres usar los antiguos adornos que tienes almacenados y decides darle un giro porque la ocasión lo amerita.

 Atrévete a los tonos vibrantes, donde no debe faltar el rojo (con dorado o con plateado). El blanco es básico, y no sólo porque nos remite a la nieve, sino porque realza los alimentos.

La vajilla que tienes guardada, ¡está a punto de ver la luz!

Ya sea con motivos navideños y esa de lujo que te heredaron, es básico que uses una que esté a la altura de la ocasión.

Mezclar estilos está de moda,
 así que si te atreves, hazlo.

Debes saber que una mesa de Navidad debe tener varios tipos de vasos, copas y tazas.

Y es que en esta fecha se sirven bebidas tan variadas que van desde el ponche hasta la champaña. No pases esto por alto o será un caos.

Otro elemento para tener en cuenta es el centro de mesa. 

¡Esto le da vida al montaje! Hay algunos que ya venden hechos o, si tienes habilidades artísticas, puedes hacerlo tú misma.

¿Algunas ideas? Flores de nochebuena con pinitos. También puedes incluir suculentas y que, al final de la cena, cada uno de los invitados se lleve una a casa.

Recuerda incluir esferas y velitas.

 Intenta colocar una canasta para los celulares cerca de la mesa. 

Lo más importante de una mesa navideña es que los comensales estén presentes y no ensimismados en sus teléfonos. Ya hemos tenido tiempo suficiente para eso, ¿no crees?