El acceso al agua ha sido una necesidad básica desde las primeras civilizaciones. Para su uso eficiente, se han desarrollado múltiples innovaciones a lo largo del tiempo. Entre las más relevantes se encuentra el fluxómetro para baño. Este dispositivo revolucionó los sistemas de WC y mingitorios para espacios institucionales, permitiendo un menor gasto de agua y una mayor potencia en cada descarga.
Los fluxómetros han evolucionado de ser simples válvulas de presión a dispositivos inteligentes. Su uso es un aliado esencial en el ahorro de agua y la higiene, sobre todo en espacios de alto flujo como centros comerciales, hospitales y escuelas. En este artículo, te hablaremos de su historia y su desarrollo tecnológico, desde sus orígenes hasta los avances de hoy en día.


Los primeros sistemas de descarga y el nacimiento del primer fluxómetro
Durante el siglo XIX, la mayoría de los baños se componían de cisternas elevadas que aprovechaban la gravedad para liberar el agua. Sin embargo, tenían grandes desventajas como un llenado lento y un tanque estorboso que utilizaba demasiado espacio. Incluso, no había un control en el uso de recursos ni un control eficiente de las fugas, provocando grandes desperdicios.
Fue hasta 1906 cuando el inventor estadounidense William Elvis Sloan patentó el primer fluxómetro de sanitario, Su diseño eliminó la necesidad de una cisterna, introduciendo un sistema de válvulas de presión que proporcionaba descargas rápidas y eficientes. Su innovación aportó la eliminación del tiempo de espera entre usos, un mejor diseño, apto para espacios de alto flujo y eficiencia hídrica que redujo el desperdicio en cada descarga.


Evolución del fluxómetro a lo largo del siglo XX
Conforme el fluxómetro se popularizó, su diseño se adaptó a las necesidades del mundo contemporáneo:
●Los 50 y 60: Se introdujeron diseños más resistentes y compactos para soportar el uso intensivo en espacios comerciales.
●Los 70 y 80: Con la creciente conciencia ambiental, surgieron fluxómetros de bajo consumo de agua.
●Los 90: Se incorporaron sensores infrarrojos para activar descargas automáticas, mejorando la higiene y reduciendo el contacto.
Durante este periodo, Helvex ha jugado un papel clave en la evolución del fluxómetro al desarrollar tecnologías que optimizan el uso del agua y mejoran la eficiencia hídrica. Gracias a sus materiales de alta durabilidad y diseños funcionales, los fluxómetros actuales permiten un mayor ahorro sin comprometer la calidad del servicio.
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