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A veces los hoteles convencionales no son lo que buscamos. Habrá momentos donde queremos volar poco y llegar a un paraíso entero de mar y mojitos. Otros, donde no importa la distancia -mientras más lejos mejor-, ni hablar el mismo idioma y estar en el medio de la nada.
Y un mood no excluye al otro: simplemente hay momentos para cada uno.
Hoy hablaremos de un oasis al natural, ubicado en la Reserva Natural Masái Mara (una zona de sabana protegida en el sudoeste de Kenia, a lo largo de la frontera con Tanzania).
Está del otro lado del mundo y sin duda, representa un viaje que encabeza la lista de deseos de casi todos.
Se trata de Mahali Mzuri, que en suajili significa lugar bonito.
Este hotel está, específicamente, en la zona de conservación Motorogi. Presume vistas a distintos valles y llanuras, lo que garantiza que la observación de la fauna que caracteriza a esta región del mundo.
La arquitectura del Mahali Mzuri hace que muchos lo llamen un campamento, pero realmente ofrece todo el lujo que un sibarita exigente busca.
Son solamente 12 habitaciones con características de casas de campaña. Sus enormes ventanas hacen que el interior se funda con el exterior. Sus camas son confortables y amplias -después de un día de safari fotográfico no hay nada mejor que eso-.
Como cereza del pastel, cada una cuenta con tina y muebles en la terraza para sentarse a escuchar el sonido imponente de la naturaleza.
El hotel también tiene una alberca fantástica con vistas a la llanura.
Además, paseos comandados por expertos locales que los acercarán aún más a las especies endémicas de la zona o que cruzan por ella y que la hace tan especial en el mundo entero.
Aunque la Reserva Natural Masái Mara es un gran plan todo el año, las migraciones ocurren principalmente entre julio y septiembre.
Quizá para este año suene prematuro, pero ¿qué tal una aventura así para el 2023?